Pues yo estoy un poco de tu parte puesto que me acabo de llevar una enorme decepción tras ver ayer La novia de Frankenstein. Me funcionan como algo a nivel entrañable "adaptación" pero si quieres hacer una película de un mad-doctor que crea una criatura y bla, bla, bla… cámbiale el nombre y no engañes a la gente. No vendas tu película como una adaptación de la novela, llámales La maldición de Fakenstein o La novia de Fakenstein, (nótese el subrayado) que son los nombres más apropiados. Dicho esto, me quedo antes con la de Fisher que con la segunda de Whale, al menos la primera se parece en algunas cosas. El asunto es que parece que por ser míticos clásicos el tiempo las haya vuelto intocables y tendemos a sobrevalorarlas y a no querer ver que tienen importantes defectos. A veces parece que es como atreverse a decir que Rembrandt dio mal una pincelada
La de la Universal a nivel técnico es brillante (quitando errores de continuidad en las miradas, en las posiciones... muy habituales); excelente fotografía, estupendo contraste, maravillosos travellings, encuadres desnivelados, estéticamente me encanta… y el monstruo de Frankenstein es muy entrañable pero sólo me va a quedar en el recuerdo una cosa y es precisamente lo único en lo que se parece a la novela. Hablo de la criatura hablando tras entrar en la cabaña, pese a que no está Safie (pero le enseñan a hablar), a que no hay pareja de hermanos… etc. Esta sí que tiene una guión más que discutible, a diferencia de Remando al viento, el resto de la historia me parece repetir lo visto en la anterior una y otra vez, que si el molino, que si ahora mata, que si vamos a por él, que si Henry (le han tenido que cambiar hasta el nombre como en la anterior). La novia de Frankenstein es un refrito de la versión libre de 1931 de Whale, la cual es infinitamente mejor, pese a que había oído que era la verdadera adaptación de la novela de Mary Shelley (ni lo es una ni lo es otra). Si se hace hoy día con el mismo guión y la misma estética La novia de Frankenstein le caerían palos por todas las esquinas. Es un corta y pega (es lo único que tiene de frankensteiniano) de la anterior colocando las cosas en otro lugar y repitiendo la creación de una criatura (agarrándose a algo similar en la novela), repite más que el chorizo.
Os recomiendo que veáis el coloquio del excelentísimo programa ¡Qué grande es el cine! sobre la película Remando al viento, en él Pumares (el mítico crítico) califica la novela como mala y comenta el tema de los libros que he dicho yo. Además dice que el cine la ha rescatado, yo más bien creo que no hay nada que haya hecho más daño a la novela que el cine. Es más, los andares y la forma de hablar de la criatura en Remando al viento ¡ya sé de donde salen!… tras haber visto ayer La novia de Frankenstein, precisamente de estas primeras películas.
Creo que está tan asimilado por el público la criatura en su versión ceporra, por culpa del cine, que creo que Gonzalo Suárez (pese a que dice que intentó aproximarse en su aspecto a la novela) prefirió dejar en parte algún detalle para que el respetable no se preguntara (de haber hecho que el monstruo hablase perfectamente y anduviese igual) ¿quién es ese mastodonte que aparece por ahí?
Puede que sea exagerar un poco, pero no creo que me aleje mucho de la realidad ya que la película de Suárez necesita de unos conocimientos previos sobre lo que ocurrió en Villa Diodati y la propia novela para enterarte como Dios manda de lo que te están contando, ya que tal y como se dice en el programa da por sabidas muchas cosas. Así que alguna concesión al espectador habría que darle.
Una abrumadora mayoría opina justo lo contrario con respecto a que Kubrick hubiera estado orgulloso de ella. No se puede decir que no sea interesante y visualmente poderosa puesto que es un ejercicio de imitación por parte de Spielberg del estilo de Kubrick pero es de una puerilidad alarmante en algunos momentos. Tiene además una carga lacrimógena (muy típico de Steven y algo de lo que directores como Bayona han tomado buena nota hasta llegar a lo irritante) que está a años luz de Stanley Kubrick, el cual muestra tanta frialdad en sus películas como la que hay en el exterior del hotel Overlook. Incluso en películas donde hay más carga emocional como Lolita o Eyes Wide Shut no cae nunca en la ñoñería. A medida que avanza A.I. hasta el final, es más moñas que una canción de Andy y Lucas y el sopor hace cada vez más acto de presencia.
No resiste para nada una comparación con lo que habría sido una obra de Kubrick, pero sin entrar en eso quizá podría ser una película destacable en el género, al menos no está Will Smith (como en Yo, Robot). Por algo es que en filmaffinity está entre las menos valoradas de Spielberg.
Con respecto a Blade Runner, hace una vida que no la veo y nada recuerdo de ella. De todos modos, estaría más que interesante establecer una comparación entre el relato (que además creo que es breve) y la película, y de paso ver qué hay de shelleyanoen ella.




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), que por el contrario tanto te han gustado a tí.

