No se trata de eso, se trata de enfrentarse con lo no dicho, de decirse lo pensado a la cara, sin subterfugios (algo poco habitual en las parejas y en general), y eso (sea el deseo sexual o se podría jugar con otros elementos presentes en una relación) puede provocar crisis irresolubles (porque, no nos engañemos,
Eyes Wide Shut, por mucho que Bill atienda la petición de Alice y se dediquen a "fuck", acaba en falso, porque lo dicho, dicho está, y ahí queda, como una herida que nunca se acaba de cerrar del todo). En este sentido, la película no se trata de que sea subversiva (¿qué entendemos por subversivo hoy en día?), lo que es es incómoda, porque te puedes ver reflejado perfectamente en esa aparente pareja perfecta, pero que oculta en su interior un germen disolvente. Supongo que en el caso de Schnitzler apuntaba a cuestionarse las certezas de los matrimonios burgueses (estamos en la Viena freudiana), mientras que en Kubrick creo que el malestar tiene un alcance más amplio y a la vez difuso y ambiguo.