Debo ser el único al que, además, le entusiasma 1997: Rescate en Nueva York y disfruta como un niño con Golpe en la Pequeña China.
Cualquier cosa que haga John Carpenter tendrá algo destacable y algo de ese cine perdido que ya nadie hace. Miedo me da que emprenda un nuevo proyecto con espectativas taquilleras (adaptar un videojuego de éxito) pues Carpenter no rueda del gusto del público juvenil actual.
Hasta una tontería como Fantasmas de Marte me parece mejor que un Transformers o un Battleship. Espero que siga siendo fiel a sí mismo.