Además de las interpretaciones, los efectos visuales, teniendo en cuenta su presupuesto, están muy bien trabajados, junto con las elaboradas muertes que consigue acumular el señor Deadpool. Todas ellas, a la vez, tan bien coreografiadas. Esa cámara lenta utilizada en algunas secuencias me ha gustado.
Otra cosa que engancha es la elección de las canciones, algunas más que otras, pero por lo general me han gustado. Una de ellas, si no recuerdo mal, ya se escucha en algún tráiler.
Sé que me enrollo un poco, así que perdonad, pero como no tengo los conocimientos necesarios para hacerme una video review de esas, pues no me queda más remedio que escribirlo.
¿Por dónde iba? Ah sí, los cameos, Stan Lee que no falte. Ese hombre no se debería morir nunca, y es la marca de la casa. Debería salir en cada película Marvel que se precie. Y otros cameos que he visto, esta vez en versión papel, los de Hugh Jackman y el propio Ryan Reynolds. Gracioso sí, y es que como he comentado antes, la película no se toma en serio a sí misma y esto se agradece, nos hace partícipes a los propios espectadores. Es que dan ganas de repetir visionado una vez la has visto y más si la vas recordando a medida que estoy escribiendo este tochazo. Es un despiporre total. Además, ver a la guapa Morena Baccarin por ahí tal y como luce… Uff, Dios, dame fuerzas.
Una cinta muy, pero que muy recomendable para todo fan y no tan fan de los superhéroes de la Marvel. Acción a tope. Mucha coña con los X-Men. Id a verla, venga, y no os arrepentiréis. Palabra. Y una última cosa antes de meter mi santa nota, hay escena post-créditos finales, así que no os marchéis antes de tiempo. No es importante, pero oye, tiene su gracia.