Decía literalmente el propio Whedon de su festiva Avengers, ante la condescendencia "analítica" de según qué mentideros -patrocinados posiblemente-, que la suya, más que una gran película (estaba lejos de ser "perfecta"), era un gran momento. Más allá de suscribirlo rotundamente, me nace establecer la analogía con esta tercera entrega del bocazas, porque la encuentro más que pertinente.
Esta es una película evento que ha sabido patrocinarse como tal. Su armazón narrativo es anecdótico (acción - exposición y así "ad nauseam"), su discurso es una excusa para el desfase (salvo en el caso de Wolverine, en el que sí media un conflicto honesto) y comete desconsideraciones groseras en su propia coherencia interna como relato pero joder, sabe ser entrañable. Todo ese bendito festival de "cameos" insuflan vitalidad a una narrativa que hace un poco lo que le sale de los cojones porque prima la jarana y el jolgorio políticamente incorrecto (bendito sea, se echaba de menos, y alcanza, más que merecidamente, hasta a su "Distinguida Competencia").
Eso sí, salvo un par muy concretos, la mayoría de estos cameos son bastante "baratos".Spoiler:
. Que a ver, no se me malinterprete, los que hay se disfrutan y la vena comiquera lo agradece, pero podrían haber ido bastante más allá (en Multiverse of madness sorprendieron más porque tenían más empaque).Spoiler:
Además, cuando las andanadas hacia los "propios" las paga el jefe, queda ese amargor de la autocontención. Han hecho tan poca sangre que a, bendito sea, se le nota pelín famélico. Y el director es compadre. Esos son sus mayores valores. Formalmente, anda muy justita.Spoiler:
Pero sí, es un "gran momento". No seré yo quien lo discuta. Y Jackman está entregadísimo. Esto es un carrusel de referencias que no da demasiada tregua a sabiendas de que es mejor no pensarla demasiado. Lo acepto y la gozo, pero si todo eso lo engarzas en una narrativa con sustancia la habría disfrutado bastante más.