En cuanto a los subtítulos... Os reiréis con lo del "cuestión de acostumbrarse" pero en mi caso es cierto, comencé a ver cosas subtituladas con 13-14 años porque no me quedaba más remedio, ya que se trataba de anime, y a día de hoy no creo que me pierda nada de la película ni que el leer los subtítulos me distraiga. En el caso del anime, yo no entiendo una papa de japonés más allá de las cuatro palabras que se te van quedando con el tiempo y aún así también puedo valorar el trabajo de los dobladores originales japoneses, que muchas veces es mejor que el de aquí (al fin y al cabo en Japón los dobladores famosos son tan conocidos como los actores).