Se pueden esgrimir los argumentos que se quieran a favor y en contra del doblaje y de la vos, pero hay algo innegable: el doblaje es un proceso mediante el que se elimina por completo uno de los elementos fundamentales del conjunto de una película (las voces de los actores y sus interpretaciones) y se sustituye íntegramente por otro diferente.
Me resultan curiosas las lamentaciones y las protestas por la sustitución de unos doblajes por otros (a menudo argumentando que fulanito ya no tiene su voz), mientras se admite como lo más natural que las voces, tonos, dicciones, recursos interpretativos, etc, de actores y actrices sean intercambiables con las de otras personas y se alega que las sustituciones de unas por otras no afecta de manera significativa el resultado final de una obra.
Es decir, que un redoblaje sí cambia sustancialmente la percepción de la película hasta llegar a estropear su visionado pero, en cambio, un primer doblaje no.