Yo, para tener la casa en plan sala de espera de un dentista, con ecos fantasmagóricos rebotando por las paredes cada vez que hago algo, la verdad es que prefiero tenerla "petada". No entiendo ese culto que tienen algunos hacia lo vacío, salvo que resulta más fácil de limpiar, pero, amigo, luego te pasas mirando a una pared sin nada toda la tarde.

No sé, recuerdo hace poco cuando tuve que mandar el ordenador a arreglar y me di cuenta de que, mientras a mí me era posible todavía ver la película o escuchar la música que quisiera, ya hay muchas personas, demasiadas, que no hubiesen podido decir lo mismo...