Eso que dices de los negros purísimos siempre me ha hecho gracia.
No recuerdo en cine ningún negro puro. Dudo que sea posible en proyección. Y al final lo que intentamos emular en nuestras teles es esa experiencia.
Tanta “perfección” a mi personalmente me parece poco cinematográfica.
Coño que estoy cansado de ver las marcas de cambio de rollo y hasta tiene su encanto.

Y hasta aquí mi aportación de viejo cebolleta.