El trabajo es un infierno terrenal, no sólo por el hecho de trabajar, sino por los compañeros.
Yo voy al margen de todo para ahorrarme problemas, miserias y movidas que no me gustan un pelo (y en mi curro hay muchas movidas y mucho, mucho, mucho peloteo). Voy, hago mi trabajo, intento evadirme para que el tiempo pase rápido y me vuelvo a casa. No voy a hacer amigos ni a dar confianzas porque, salvo dos o tres personas, todas son víboras, falsas, chismosas, pelotas o sencillamente muertas en vida que me aburren nada más abrir la boca.
Y sé que a los que, como yo, vamos al margen y no socializamos con los compañeros más allá de la educada cortesía ni le reímos las gracias a ciertas personas, nos ponen a parir o nos tachan de raritos, pero como siempre digo, "no tengo que comer con esa gente", así que lo que digan me es indiferente. Mi vida es lo que hay fuera del horario laboral.
Todo esto viene a raíz de que, al igual que le ha sucedido a manudchief, en un momento dado me enteré de ciertas cosas y de ciertos comentarios que me hicieron cortar las confianzas con la gran mayoría de compañeros (sumémosle a esto el descarado peloteo predominante. No hay cosas que me dé más asco).
Ahora sólo entablo amistad con los que están tan hasta los cojones como yo![]()