Aunque es cierto que visto con perspectiva y bajando el factor nostalgia, el primer episodio también tenía sus cosillas menos buenas, como algunos derroteros obviamente marcados o el odioso y estridente personaje del chaval de la metralleta (por suerte muere).
Hay cosas que cuestan creer como los errores del rastro o cambios de opinión. Pero se le puede perdonar y lo dice él mismo con que son 10 años sin matar. Respecto a sentimentalismos y cambios de opinión, no es la primera vez que Dexter flojea y aunque ya entonces chocaba un poco, ha mostrado empatía o pena en otras ocasiones por la gente que realmente quiere. Si que cuesta creer que en 10 años haya mantenido disciplina impoluta en un pueblo que el crimen más grave era un gato arañando a una vieja y ahora de repente mande todo a tomar por culo y empiecen a pasar cosas. Pero bueno, algún arranque deben darle para que tenga interés esta secuela.
Aunque a estas alturas tengo más miedo que ilusión. Sobre todo por cómo van a llevar lo del hijo. Cuando le preguntan se calla sobre murió su madre y juegan con la posibilidad de qué como vivió un trauma similar al que convirtió al padre en asesino en serie, él lo haya "heredado". Tienen más fácil cagarla aún más que el final original que el hecho de hacer uno que lo enmiende.
En las tramas de interés tenemos al padre rico del chaval muerto que no se va a rendir hasta conocer que ha pasado y al petrolífero rico que por ahora tiene poca presencia y chicha. Les han dado tan poca profundidad a ambos por ahora, que hasta los confundo. También es verdad que ambos físicamente se parece y por las canas y ojos azules, cualquiera puede ser el secuestrador de chavalas. Lo lógico sería que fuera el del petróleo porque el otro ya tiene la trama del hijo y si no, no tendría sentido su presencia.
Lo que más me mola por ahora, aparte de la sensación interna de viajar al pasado, es el fantasma de Deb desatado diciéndole de todo al hermano.