Película interesante, pero lastrada por una dirección telefílmica del torpe de Richard Eyre. La música está bien, pero me pareció desacertada para la película, a la que le han querido dar un aire de thriller que tampoco le va mucho.

Como pasa muchas veces en el cine británico, lo mejor está en su reparto, así como en el guión de Marber, que tras Closer vuelve a incidir con acierto en la miseria de las relaciones humanas. Lo peor sin duda, como ya se ha dicho, es el momento Courtney Love de la amiga Blanchett.