El otro lado de la cama me pareció floja pero un buen propósito. Días de futbol no puedo opinar porque a los 2 minutos había tirado el DVD por la ventana del sueño que me estaba entrando. Los dos lados de la cama, por desgracia, me la tragué entera y fue tan agradable como ser violado con una barra de hierro incandescente.

Y ahora sólo oigo comentarios negativos de esta, así que me la voy a ahorrar.