Es más elegante no decirlo, pero Lucas ha sido tachado de pesetero, de sacacuartos, de avaricioso y de Tío Gilito en innumerables ocasiones. Supongo que si se callase el gesto de la donación estaría propiciando el que se siguiese teniendo esa imagen de él, más ahora después de la venta y los suculentos ingresos recibidos.