Se puede pasar el rato, nada más , una película mal aprovechada en la que se preocupan más por la colección de bañadores de la protagonista que de su trama real (que es un thriller coño), a la tía buena no la tienen ni que seducir ya va ella solita hasta el prota (vaya suerte, vamos lo que ocurre todos días), tienen dos buenos actores como Morse y Ann Moss a los dejan de lado para dar más relevancia a las idioteces de amigo típico que va de graciosillo (y que por supuesto no puede faltar), para terminar la película como cualquier telefilm de Antena 3 un sábado por la tarde. No entraré en comparaciones con "La ventana indiscreta, porque entonces todo lo que diría sería negativo. Sobre el tal Shia, pues vuelve a repetir lo mismo de "Transformers" pero sin robots. Un 5 raspadete.