Es que es algo que nunca jamás se "cura". Ya casi han pasado tres años y cada vez que uso el ordenador que tenía mi padre para trabajar me da un bajón sin tan siquiera estar pensando en él directamente. Y luego está el pensar en toda la vida que, en teoría, me tendría que quedar a mi por delante y que él hubiese estado allí conmigo y que ya no podrá ser. O que nunca haya llegado a saber que tiene otro nieto llamado Joan...
Pero la vida es así y fue feliz con su família y lo importante es lo que hacemos mientras estamos por aquí.