Hombre, Doctor en Alaska no corrompe, perturba, rechaza, ni te escupe a la cara para volverte a tragar. Solo te podría ayudar a hacerte mejor persona y a comprender el mundo y los diferentes puntos de vista con los que nos acercamos a él (la serie en sí es un tratado contra el egocentrismo y el pensamiento único).

Poder darte un respiro de la ajetreada vida moderna y contemplar un paraiso civilizado y todavía inocente a pesar de los pesares, sin visceralidades vacuas, con inteligencia, sensibilidad y auténtico humanismo no es algo que se vea todos los días en el cine o la tv actuales, cada vez menos desgraciadamente.