La serie es una POM. (Puta Obra Maestra)

Es en el inicio, fiel reflejo de los prejuicios de una sociedad (la americana de hace unos años), sorpresa ante la madurez de unos personajes desconocidos, o su inmadurez más plena, pero todos con su corazoncito. De un modo u otro, presenta un humor tremendo por todos sus poros, con grandes reflexiones filosóficas o existenciales presentadas como una broma, o como una angustia de alguno de los personajes.

Hay influencias en sus episodios, más claras según te acercas a temporadas como la tercera, de Carl Jung, o incluso del "realismo mágico" que se utiliza para describir la literatura de, por ejemplo, Gacía Márquez, pero sin caer en el exceso de literalidad en ningún momento.

Es una serie tremenda. Que crece y te hace crecer según la ves, con la traca espectacular de la tercera temporada, un auténtico compendio de ejemplos de cómo se debe hacer una serie que pretende ser sutil, en lo excelente, en el humor y en la reflexión. En el respeto al pasado, y el avance al futuro. Episodio tras episodio.

Todo ello aderezado con un recopilatorio de música sensacional (dañado por la rancia edición en DVD, sobre todo en la segunda temporada).

Doctor en Alaska rules, hombre!