Una grata sorpresa es lo que me he llevado con el ultimo trabajo de Michael Bay. No me entusiasma especialmente su obra, salvo algunos títulos concretos (La Roca, por ejemplo) o tramos de otras (como la mencionada primera parte de "La Isla"). Me aburre soberanamente la saga Transformers y por ello no espero gran cosa de Bay a día de hoy.
Esta película, sin embargo, es un proyecto más modesto y es donde me vuelvo a reconciliar con su cine. El controvertido director californiano dota a la historia de su sello personal. Un montaje frenético, una fotografía cromada y una estética noventera para narrar esta historia verídica sobre el mito del sueño americano y sus terribles consecuencias. En ocasiones resulta increíble y cuesta creer que lo que vemos en pantalla aconteciera en la vida real. Los protagonistas son torpes, inseguros e incluso se plantean dilemas morales con los que lidiar en contraposición a sus actos. Interpretaciones loables de un elenco entregado a la causa, destacando a Dwayne Johnson que sorprende con una estimable caracterización.
Una metáfora que une el culturismo y el sueño americano de forma casi idílica, pero que pronto nos muestra el infierno y las consecuencias de la ambición para conseguirlo.
En definitiva, una divertida sátira con buena dosis de humor negro que evoca, por momentos, al cine de los hermanos Coen.
![]()