Todavía estoy por ver un bodrio de De Palma. Incluso aquellas películas que son un completo sincristo a nivel narrativo ( The Fury -de la que también reniega a excepción de lo contento que quedó con la BSO de Williams-, Raising Cain), están fotografiadas, musicalizadas, rodadas y montadas con mano maestra, y tienen secuencias para el recuerdo. Audiovisualmente hablando puede que sea el mejor cineasta norteamericano vivo desde Welles, incluso mejor que compañeros de generación como Coppola, Scorsese o Spielberg, claro que como narrador está muy muy MUY por debajo de ellos. Aun así estoy rendido a sus contrapicados, travellings, pantallas partidas y demás. Sus obra es un chorro de imágenes y sonidos maravillosos, aunque como películas en sí mismas la cosa a menudo cojee. Pero, no me importa. En su caso no.