El sobrecoste hay que pagarlo. Recuerdo que la edición checa de Marte nos salió por unos 34€ -ojo, que tampoco es caro viendo que el castellano es exclusivo de esos países-. Estas pagando por comprarla en un país que es raro en compras de blu-ray y tienes que pagar para que te lo traigan de ese país a la puerta de tu casa.
Por cierto, de nada ¿eh? Es de buen nacido, ya sabes como acaba el refrán.