Muy Coppola (esa coraza...), sí, pero seguro que el fantastique francés y sus resolutivas solucuones visuales (Vidocq, El pacto de los lobos, etc.) seguro que aparecerán tratándose de Besson, un niño grande. Curiosamente el póster es muy Dorian Gray.
Puede ser el segundo film que contiene un trasfondo de compromiso (aceptación-repulsión) religioso tras su Juana de Arco con la Jovovich.