A quien dice que le recordó a Boogeyman: mal guión. Incoherente ¿cómo después de sufrir una afrenta demoniaca la protagonista puede comportarse como si nada al día siguiente?
En cuanto al dilema ético que desata la furia de la gitana. Está bien, se justifica el coraje pero no la maldición. ¿Se imaginan si por esos detalles burocrático-bancarios se lanzaran maldiciones a los responsables? Absurdo.
Esperaba más. Al menos la secuencia en donde se invoca al espíritu y se le ofrece la cabra no me provocó espanto. Y eso que hay derroche en los apartados técnicos.