Lo que está más que claro es que los que tienen JVC defienden su marca con más ahínco. Me recuerdan a los que tenían Apple hace 20 años.

Lee comparativas, y en salas no dedicadas, las virtudes del JVC, que las tiene, se desdibujan.
Y lo de la velocidad de ignición y conmutación no es coña marinera. Como en los semáforos, medio minuto se hace eterno.

Mi consejo: cómprate el JVC si es lo que te pide el cuerpo, pero intenta acondicionar algo la sala para que lo merezca.