Para mí (bueno, y en este caso, para lo que cada una representa en la historia del medio) no hay color: The Sopranos.
Y de las otras dos citadas, The Wire. Ambas suelen copar los primeros puestos en casi cualquier lista de series (por delante ambas d Breaking Bad).
The Sopranos es casi una obra de arte (pero en V.O., doblada se carga media serie), de principio a fin. Y The Wire es aún más sólida, probablemente la serie mejor planteada que he visto en mi vida (de nuevo V.O. imprescindible, además aquí el doblaje fue especialmente malo y cutre).
Sons of Anarchy es otra cosa, tiene cierto aire a The Sopranos en que tratan en parte lo sectario (y enfermizo) de las organizaciones criminales entre gente con pocas luces pero poco más. Es entretenida, tiene mucho para deleite visual y musical (que es lo que maquilla muchos defectos), un aire a culebrón familiar que funciona muy bien en las primeras temporadas. Al final la serie se pierde en si misma y toma el camino del esperpento (la última temporada parece una parodia).
True Detective también es otra cosa porque son sólo dos temporadas e independientes entre si. La primera es todo un hito y pese a su final, el camino hacia el mismo es muy adictivo.