El inconveniente, si se planteara de manera tan minimalista el diseño, es que muchos espectadores esperan algo épico. Cuando pensamos en aristócratas decadentes y poderosos no los imaginamos ataviados como soldados de la galáctica. Esos escudos y poses espero que no presagien la habitual y simplista reflexión política del cine norteamericano. De un relato de Frank Herbert se esperan muchas reflexiones.