Iniciado por
Diodati
Tú prefieres que no te muestren, Jane. Yo no prefiero nada. Opino según los resultados, porque cuando la Hammer me muestra a Drácula, o me muestra al monstruo de Frankenstein la Universal, o veo a la niña endemoniada Reegan... ¡Pues qué quieres que te diga! Me encanta que me muestren.
En el caso de La noche del demonio, para ti (y para muchos) es un monigote, un espantajo. Para mí es subyugante, fascinante. Esa secuencia en la que aparece en los bosques, humeante... ¡Ufff! Para enmarcar. De todas formas, estas películas viejonas, que sólo interesa a unos pocos románticos del cine, son como dianas para muchos cinéfilos de última hornada, dispuestos a lanzarle dardos. Es ley de vida.