Me ha venido a la memoria con tu comentario, aunque realmente es otro concepto, pero relativo a la protección de la propiedad de la obra.
Cuando Alejandro Ibáñez tomó las riendas de Prointel en 2011 (que estaba inactiva desde el rodaje de La culpa debido a la enfermedad de Chicho), una de las cosas que acometió es la protección de la propiedad intelectual de su padre, renovando el registro de muchas marcas, y solicitando el de otras que nunca fueron registradas porque en su momento la propiedad intelectual y comercial estaban en pañales en España a nivel legal.
Hoy en día Narciso Ibáñez Serrador, Historias para no dormir e incluso Historia de la frivolidad, son marcas registradas propiedad de Prointel. También Un, dos,tres ...¡responda otra vez!, La calabaza Ruperta, La Botilde, El Chollo, El Antichollo, El Boom, El Crack, Waku waku, Luz roja, Memoria de elefante, o escuela infantil Surikata.
Por el contrario, otras como Gran velada, Hablemos de sexo o El semáforo, se han dejado caducar. Al menos de momento.