El título Amor y deporte, tan repetido por todo el mundo, proviene creo yo del libro de Mario Gallina publicado en 1999 De Gardel a Norma Aleandro. Diccionario sobre figuras del cine argentino en el exterior, donde cuenta que Narcisín había firmado un contrato con la productora Rialto Motion Picture (sic) para participar, además de en esta, en otras dos películas más, pero que el fin del visado de permanencia en Estados Unidos le impidió cumplir el contrato. Gallina data la película en 1928. El problema es que el contexto en que lo cuenta tiene demasiadas imprecisiones e inexactitudes en fechas como para hacerlo rigurósamente creible, por no decir que le da un título en español a una película para su exhibición en Estados Unidos. Por supuesto que no aparece ninguna película con ese título ni nada equivalente en inglés.
Pero... en el diario La Prensa, único diario en español de Nueva York en esa época, aparece el 15 de noviembre de 1928 una reseña de que 'muy en breve se exhibirá la película "The Pic-Nic", de la casa Rialto Motion Pictures, de la que es estrella Narcisín'.
Narcisín abandonó Nueva York en la semana del 8 de julio de 1929, y para ese momento no se había vuelto a saber nada de la película, que yo haya encontrado.
En una entrevista en la revista Cine Argentino de 8 de septiembre de 1938, Ibañez Menta, con Chicho en brazos, cuenta que fue contratado por la Rialto para filmar 5 películas después de haber pasado una prueba de capacidad artística de 250 metros de film; pero que acababa de comenzar los ensayos cuando se vio obligado a abandonar el país a requerimiento de las autoridades migratorias.
El 12 de septiembre de 1964, ya en Madrid, el diario Pueblo publica una entrevista en la que Ibáñez Menta dijo haber rodado una película muda "de ambiente deportivo" en Nueva York en 1918 (sic). Supongo que se trata de una errata de imprenta y debiera ser el año 1928. Pero en la frase siguiente el señor Menta dice haber interpretado, después de esa, 45 películas más. Nada menos que 45, que no llegó a interpretar en toda su vida.
Por todo esto mencionaba ayer las contradicciones del propio Ibáñez Menta en si llegó o no a rodar una película en Nueva York. Desde luego para mí la credibilidad del libro de Gallina es más bien poca o ninguna.
Y es que los argentinos tienen un enorme problema, la enorme dificultad que tienen para acceder a sus hemerotecas históricas, y arman sus relatos y escriben libros basados en lo poco que pueden conseguir. Esa dificultad es real, pero como he dicho en alguna ocasión, cada vez aparecen más y más fotografías y reseñas de prensa, sin contextualizar la mayoría, en las redes sociales. Y cada vez, aunque pocas, hay más publicaciones argentinas también en la red, digitalizadas (lamentable) por los estadounidenses. Y algunas dan al traste con esos relatos.
Relatos que no aguantan el mínimo análisis en cuanto salimos de Argentina, donde la situación de las hemerotecas es totalmente diferente. Diarios de Nueva York, diarios de La Habana, diarios de Montevideo, y ni que decir, publicaciones españolas, están digitalizados en internet y son accesibles con algo de habilidad en las búsquedas. La vida de Narcisín desde que salió de Santander rumbo a La Habana el 22 de febrero de 1926 hasta su llegada a Valparaiso en Chile el 18 de enero de 1931 (aproximadamente) es casi reconstruíble día a día.
Si conoció o no a Lon Chaney y en qué circunstancias no puede precisarse por la prensa; pero que desde luego no le conoció en Hollywood como llegó a decir en alguna ocasión, eso es seguro. Pero...
¿Sabéis quien le puso el sobrenombre "el Lon Chaney español"? Se lo puso él mismo para publicitarse según llegó a Nueva York mucho antes de que pudiese conocer a Lon Chaney:
Este anuncio se publicó en Moving Picture World el 31 de diciembre de 1927. El 24 de septiembre había salido de La Habana rumbo a Tampa en Florida, donde estuvo unos días antes de viajar a Nueva York.
Supuestamente, quien le presentó tanto a Lon Chaney como le llevó al teatro a ver a Bela Lugosi fue el director de la revista Cine-Mundial de Nueva York, también en español. Y puede ser verdad, aunque no fue una publicación que le prestase especial atención a Narcisín salvo en el encuentro inicial. Una revista que era la candidata ideal para que hubiese reseñado si Narcisín hubiese actuado en alguna película. Pero nada de nada, ni la más mínima referencia.