A veces el destino marca sus propias reglas, y estas no son las esperadas. Programas grabados y reemitdos se dan por perdidos y aparentemente no queda nada de ellos. Y un programa emitido en directo va a sobrevivir, al menos en parte, contra todo pronóstico. Porque ese 17 de agosto de 1959, a las 22:30 h. horario de Buenos Aires, Argentina, un telespectador aficionado decidió preparar su grabadora (de las de la época) y grabar el audio, probablemente íntegro, de la emisión.
Y ese audio va a conservarse 60 años para acabar en manos de Darío Lavia y la gente de Cinefanía-Cineficción. Desde luego no lo han hecho público en su totalidad. Pero si lo han explotado parcialmente en al menos un par de programas de radio y televisión en internet.
Lo que vais a poder descargaros y escuchar es un fichero de audio con la totalidad de los fragmentos de audio que se han hecho públicos montados por mi en un único fichero. El sonido es totalmente limpio y perfectamente inteligible.
El fichero incluye tres fragmentos diferenciados, correspondientes a otros tantos del audio original. Os garantizo su integridad hasta la décima de segundo. Los fragmentos están separados entre sí por un intervalo de silencio, lo suficientemente corto para que no se haga aburrido, pero lo suficientemente largo para que quede perfectamente claro dónde están las divisiones.
El primer fragmento incluye parte de la banda sonora de la secuencia de apertura. Para mantener todo el audio hecho público hasta la última nota he decidido dejar superpuesta la voz de Darío Lavia comentado de qué se trata. A continuación una parte de la presentación del episodio a cargo como decía de Ignacio de Soroa.
El segundo fragmento ya son palabras mayores: un monólogo de Narciso Ibáñez Menta en el que su personaje se lamenta de no conseguir escribir pese a su obsesión por Ligeia; eso sí, para acabar por primera vez tomando conciencia de sí mismo en el abismo en que la obsesión por Ligeia le ha hecho caer.
Y el tercer fragmento es la apoteosis. Menta interpreta contextualizado
El gusano conquistador, en una traducción personal y única de Luis Peñafiel. Este poema escrito en 1843 fue posteriormente incluído por su autor en su relato
Ligeia, aunque en este lo pone en boca la propia Ligeia. Luis Peñafiel no; en el libro del episodio lo pone en voz del personaje de Menta, sin duda para explotar al máximo las cualidades interpretativas de su padre.
Amigos, hoy, 23.041 días después de su estreno, con vosotros...
¡Qué lo disfrutéis, aunque no tengo ninguna duda de ello!
P.D. Para no aguarles la fiesta a los de Cinefanía, voy a inhabilitar el enlace en cuanto lo hayáis descargado lo foreros habituales. Así que, por favor, avisadme de que lo habéis descargado.