¡Ayayay! Caen sobre mí la deshonra y el vilipendio, mosén.

Jamás pedí ser eso que usted dice y ahí, efectivamente, pone. Ni siquiera sé lo que es, que uno los idiomas, como decía en aquel chiringuito playero, los habla todos... por señas.

Como se enteren las sores me quedo este verano sin balneario.

pd.- Tiene usted razón, claro. Las malas compañías es a lo que conducen. Y con estos señores de Regia aquí, de visita.