Creo que en las seis páginas que llevamos de hilo han salido a colación practicamente todos los vectores principales del asunto.
- Hay dos tipos principales de coleccionistas de cine: los que son verdaderos aficionados y aspiran -dentro de sus limitaciones económicas- a tener una colección con las mejores condiciones posibles, y los que coleccionan películas como podrían coleccionar posavasos, que son más bien compulsivos y se descargan todo lo que se les pone a tiro, sin demasiado criterio respecto a calidades: todo les vale porque lo importante es cazar, da igual que sean perdices o cigüeñas.
- También hay ediciones legales mayoritarias (las correspondientes a blockbusters; es decir, las masivamente pirateadas) y las minoritarias (las de cine clásico y dirigidas a cinéfilos). Sería ridículo esperar los mismos beneficios o índices de ventas de "Crepúsculo" que de "Vampyr", obviamente. Sin embargo, la industria tiende a despreciar al cinéfilo, consumidor constante, en beneficio del comprador ocasional del taquillazo de turno.
- La "noticia" sobre la retirada de las multinacionales era calculadamente alarmista y decididamente injusta. Es desproporcionado declarar que un país que, con su endémico menor poder adquisitivo y los precios abusivos que se han venido estableciendo en su mercado, ha llegado a ser el quinto comprador mundial de dvds legales y que, con una crisis económica bestial y un paro que duplica al de los paises de su entorno, apenas pierde dos puestos en el ranking de consumo, es inviable para la industria.
- También se descubre tendenciosa la acusación de piratería galopante para justificar la amenaza, cuando sólo Canadá se lleva el 50% de la responsabilidad pirateríl (y no creo que el otro 50% nos corresponda íntegramente a los españoles, los malditos mediterraneos que, según Los Angeles Times y la señora Sinde, somos desaprensivos por naturaleza.
- No ha habido absolutamente ninguna autocrítica empresarial ni gubernamental acerca de las condiciones en que se gestiona el sector en España. Nadie ha hablado desde esos estamentos del establecimiento de precios superiores a los de otros paises de nuestro entorno con mayor poder adquisitivo y un nivel doble de empleo (¡que se dice pronto!). Nadie ha hecho referencia a una posible mala gestión empresarial, a una selección equivocada de películas comercializadas, a una pésima calidad de las ediciones puestas a la venta, a una restricción alarmante de prestaciones, a haber llegado al punto en que las copias ilegales son a menudo superiores a las que se cobran -muy caras- como legales... No, nadie del sector ha hecho la menor autocrítica al respecto. Cuando a ningún aficionado se le escapa (y en este foro se ha indicado docenas de veces) que los criterios de comercialización de dvds en este país resultaban inexplicables, arbitrarios y, a menudo, contrarios a la lógica rentabilidad de las propias empresas editoras.
- A modo de ejemplo concreto y cercano (habría muchísimos más): En 1998 Universal edita en USA "Pánico en el estadio" (2.35, No anamórfica, con subtítulos y doblaje en castellano). En 2009 aparece en España editada por la permanentemente sospechosa Sogemedia (2.35, anamórfica, subtitulos en español, y con no muy buena calidad, según algún forero). Pues parece que Universal Pictures Iberia ha decidido lanzarla ahora y, al parecer, mutilada a 1.33:1.
¿A qué mente privilegiada de la editora se le ha podido ocurrir tan brillante idea? ¿A la misma que trató de estafar a los aficionados con "Matar a un ruiseñor", "La momia", "King Kong- edición supuestamente extendida", "Brokeback Mountain" (formato mutilado), ""Antes que el diablo sepa que has muerto" (aspect ratio alterado), etc? ¿De quién será la culpa de que la edición legal de "Pánico en el estadio" no cumpla las expectativas de ventas? ¿exclusivamente de la piratería o quizá en buena medida de una gestión empresarial sumamente deficiente?
Pues, ejemplos como éste y mucho más sangrantes (especialmente referidos a la relación calidad/precio) los hay a docenas, y semejante acumulación de atropellos y chapuzas contra el consumidor (y contra el cine) han desmotivado a muchos compradores, lo quieran reconocer o no. Pero queda mucho mejor, de cara a justificar la cuenta de resultados ante la multinacional de turno, decir que la gestión del directivo responsable ha sido impecable y que lo que falla es la idiosincrasia española: tramposa y miserable (tendencia, eso sí, sólo aplicable al consumidor, nunca a las honestísimas empresas).




LinkBack URL
About LinkBacks
Citar
