A tal efecto, convendría poner en práctica los enfoques educativos y métodos pedagógicos que tengan
por objeto enseñar a vivir juntos en una sociedad democrática, luchar contra el nacionalismo agresivo,
el racismo y la intolerancia, y eliminar la violencia y las ideas y comportamientos extremistas. La
adquisición de las siguientes competencias esenciales podría ayudar a conseguir estos objetivos:
- capacidad para resolver los conflictos de manera no violenta;
- capacidad de argumentar para defender el propio punto de vista;
- capacidad de escuchar, comprender e interpretar los argumentos de los demás;
- capacidad de reconocer y aceptar las diferencias;
- capacidad de elegir, considerar alternativas y someterlas a un análisis ético;
- capacidad de asumir responsabilidades compartidas;
- capacidad de establecer relaciones constructivas y no agresivas con los demás;
- capacidad de desarrollar un espíritu crítico con respecto a la información, los modelos de
pensamiento y las concepciones filosóficas, religiosas, sociales, políticas y culturales, manteniéndose al
mismo tiempo fiel a los valores y los principios fundamentales del Consejo de Europa.