La secuela/precuela más forzada y absurda de la historia
Qué sentido tiene hacer una entrega a lo Ocean's Eleven cuando la original es una de zombis. Sí, hay un atraco diréis, pero en aquella todo estaba condicionado por los zombis. Aquí los mencionan y ya. El resto, imitación barata del género. Por no tener nada en común, ni el título tiene sentido: no hay un ejército de ladrones ni nada que haga pensar en ello.
Bueno, y que me expliquen la moda de quitarles los determinantes a los títulos.
La de los zombis se deja ver porque la presentación de los personajes es buena, la idea engancha, y te tragas el flojo acto central y el lastimero final esperando que remontara. Esta empieza más abajo y va sin frenos despeñándose. El intento de comedia no puede disfrazar las carencias, los agujeros, la vagancia del guionista.
El grupo de ladrones es ridículo a más no poder, sus relaciones infantiles, los atracos todos iguales, insípidos e inverosímiles. Conforme avanza cada vez se torna todo más ridículo; el agente de la interpol es un insulto a la inteligencia del espectador.
La simpatía del rubito ladrón (también director), Nathaniel Emmanuel (la de Juego de tronos, un bellezón espectacular) y la choni apenas mantienen el interés vivo como para llegar al final sin sufrir aburrimiento y la sensación de vergüenza ajena. El resto de personajes, vomitivos.
Lo único que puedo decir es que Matthias Schweighöfer rueda con profesionalidad, sin enredos absurdos, no como el patán de Snyder y sus aires de grandeza que emponzoñan con un aspecto visual absurdo cada película que toca. Pero es tan poco ambiciosa en este campo que tampoco hay nada que destacar. Si me preguntas, te digo que no ha costado ni diez millones de dólares.