Lo que es una estafa es el precio de la entrada a los cines, con 3-D o sin él. Por no mencionar que si quieres ir al cine, dependiendo de donde vivas, casi seguro que tienes que gastar dinero en coger el autobús o el metro, que en Madrid no están nada baratos. Luego se extrañarán de que la gente vaya poco a los cines. Yo, desde luego, desde que empezó la fiebre del 3-D no me he molestado en ir a ver una sola película en este formato. Creo que es simple fontanería, pirotecnia para distraer la la gente de la escasa calidad del 80% de las películas que se hacen hoy en día. Vamos, un mal libro con unas tapas muy bonitas.