Tema: El año más bizarro de mi vida. Se admiten sugerencias.

Hola a todos.

Siento la necesidad de compartir esto con vosotros. Desde fuera, es de risa (yo me reiría), pero desde dentro es desalentador. Al principio parece una pataleta de estudiante, pero luego la cosa se pone cruda. También es largo. Perdón por la chapa.

Mis dos primeros años de universidad los pasé viviendo en otro sitio del que me acabé yendo porque, a pesar de que vivía muy bien, estaba muy lejos de Madrid (donde curso mis estudios). Cuando tomé la decisión de irme de allí, estaba claro que había dos opciones: ir a un Colegio Mayor o a un piso. Descarté la opción de piso, al no encontrar a nadie fiable con quien compartirlo, así que me decidí por la primera opción. Mandé solicitudes a muchos Colegios Mayores de Madrid. La inmensa mayoría de las solicitudes estaban fuera de plazo, así que básicamente, me mandaron a tomar viento. Pero me admitieron en uno (no escribo el nombre por motivos que ya explicaré). El Colegio en cuestión es del Opus Dei.

En la entrevista de admisión me fue muy bien. Me dijeron que el Colegio era del Opus y tal, que si era un problema, y respondí que no suponía ningún problema. Ya sabía que estaba dentro, así que cojonudo, ya tengo dónde vivir. Al mes, me llega una carta a casa diciendo que tengo que ir a una convivencia de nuevos OBLIGATORIA. Cantaba un montón, pero no había más que hacer, así que fui. La verdad es que no estuvo nada mal. El único tufillo a Opus Dei fue un vídeo del fundador de 20 minutos (estuvimos 3 días, así que tampoco importó demasiado). Allí nos conocimos todos, y la verdad es que no es mala idea. Se supone que nos lo contaron todo sobre el colegio... pero más bien nos contaron lo que sería si todo el mundo fuese justo. No hay novatadas, vivimos en familia, nos respetamos, organizaremos grupos de estudio... etc. Salí bastante contento. Los nuevos eran buena gente. Otra “peguilla” era que la mensualidad de Junio de paga, a modo de fianza, a principio de curso, y no se devuelve.

Empiezo a vivir en el Colegio. Llego allí, y nos dicen los horarios y las obligaciones. Empezamos con el tocamiento de cojinx.

Horarios: Lunes a Jueves y Domingos hay que estar en el colegio antes de las 23:30.
Viernes y Sábados antes de las 2.

¡¡¡¿¿¿Pero qué me estás contando???!!!

Bueno, soy una persona de poco salir por la noche (pero cuando salgo, SALGO), así que me dio un poco igual. Para volver más tarde, tienes que hablar con el Director. Para irte a tu pueblo tienes que hablar con el Director. Para sacarte los mocos tienes que hablar con el Director.

El colegio ofrece habitaciones triples e individuales. Me dijeron que no había problemas para tener individual, puesto que yo ya tenía 20 años... y me dan una triple. Al menos mis compañeros son de lo mejorcito.

Un par de cosas buenas para suavizar todo esto: me lavan toda la ropa que quiera y la comida es casera y deliciosa.

Para que no te echan del Colegio tienes que ir a unas tertulias que hay después de comer (tema libre) y a otras con invitado los lunes después de cenar. Los temas del lunes empezaron a parecerme de coña. De fuera hacia dentro. De “¿Cómo va la investigación del 11-M?” hacia “El Opus Dei tras El Código da Vinci”. Dejé de ir en cuanto pasó el “periodo de prueba para nuevos”, por supuesto. Otra cosa obligatoria es ir a TODAS las fiestas del colegio (no están mal) DE CHAQUETA Y CORBATA. Pero claro, uno vuelve todo destrozado de su pueblo, después de 6 horas de viaje y le dicen que si quiere cenar, tiene que vestirse de chaqueta y corbata para celebrar el aniversario del primer diente de leche de S. José María.

La cosa empieza a pintar algo mal.

Llegan las navidades y... tatatacháaaaan: “Oye, vamos a dar unas “charlas” privadas sobre temas cotidianos. No tienes por qué venir.”. Respuesta: NO. Mi compañero de habitación aún tiene que soportar charlas sobre el Aborto.

Y ahora vamos llegando a los puntos fuertes.

No se nos permite hablar ni tener ningún tipo de contacto con las señoras de la comida y la limpieza. Me explico. Limpian todos los días a las 9:30 y terminan a las 11:00. Durante ese tiempo tienes que estar FUERA. Te despiertan, te echan y chapan con llave. A las chicas que nos traen la comida no podemos darles ni las gracias (prohibido hablarles).

A comer y a cenar se va con manga larga y zapatos. Todos los días. Por cojones. Si no, no comes. Una alternativa al horario de comidas es comer pronto o tarde. Eso se consigue presentando tu horario y justificando que tienes que hacerlo. Y entonces puedes comer pronto o tarde SI NADIE SE HA COMIDO YA TU COMIDA ANTES. Una vez mi compañero se encontró que tenía para comer un filete y un chusco de pan (debería haber primero, segundo y postre). Fue a quejarse al director. “¿Qué hago?”, le dijo, y este le respondió con una sonrisa y una palmadita en la espalda: “Un bocadillo”. Lamentable.

El colegio es una portería gigantesca. Todos se enteran de todo sin que se lo diga yo. Dónde he estado, dónde he dejado de estar, que si me he tirado a nosequién, que si no he estudiado en meses... es horrible. NO TENGO INTIMIDAD.

Llegamos a las navidades, con lo cual me vuelvo a casa. Cabreado. Y mi padre me dice que he pagado el mes entero, como todos. Echamos cuentas. Un mes ahí vale 850€ (¡OJO!). Si se pagan todos los meses, y en vacaciones TE ECHAN, ¡Estás pagando un mes de más! ¡850€ por la jeta! Me da igual que se lo gasten en octavillas, pero, joder, ya les vale. ¿Por qué no me he ido? Por respeto a mis padres, que han pagado, como todos, el mes de junio por adelantado. Buena forma de cogernos por los huevos.

De vuelta al colegio, con buen recuerdo de él (o mejor dicho, de los amigos que he hecho allí), prosigo con mis estudios. Entonces empiezo a oír... que hay robos. Sobre todo ropa. ¿Por qué hay robos?... PORQUE LAS PUERTAS NO TIENEN CERRADURAS. Claro, como vivimos en familia.... Hasta la fecha han desaparecido 1000€ en ropa, y a mí, personalmente me han robado una cámara de fotos digital (desde entonces, los DVDs y el portátil, bajo llave). Dirección afirma que no puede hacer nada, que nos tomemos la justicia por nuestra mano. Así que al que le pille robando le reventaré la cabeza, sin más. Enero y febrero fueron cabreantes. Al no haber cerraduras, la gente entra donde le salga de los huevos, a la hora que quiera. La válvula de escape es la de siempre... el cine. “Gozamos” de peli los martes y sábados en pantalla grande. Los martes es clásica, y los sábado s taquillazos. Las de los martes concuerdan, pero a mí “Sophie Scholl” no me pareció precisamente un taquillazo. Y los taquillazos de verdad no se ponen porque son “basura”. Luego está el tema de la censura. Sí, amigos, oís bien: CENSURA. Le dieron al fast forward hasta cuando Bonnie and Clyde se estaban besando.

También tenemos una sala de ordenadores, con 3 ordenadores y una conexión wifi de 1 Mb... todo para 80 personas. Los de Dirección gozan de línea privada.

Pasada la época de exámenes, estaba decidido a irme a otro colegio o a un piso (probablemente haga lo segundo), pero esto es el cuento de nunca acabar. Ha sido un año lamentable, se mire por donde se mire. Puedo comentar muchas más bizarradas (e incluso escribir un ensayo sobre la hipocresía), pero esto ya es muy largo.

Gracias a todos por leerme.