Yo la vi con un mes de retraso, y el hype mediático del indio en ese momento era tremendo, con lo que me costó bastante no leer ni escuchar nada al respecto, porque intuía que con dos frases podrían destrozármela.

Cuando llegó el momento, me dediqué a disfrutar de la historia, y del trabajo del director... sin pensar en quien era, dejándole que me contara la historia que él quisiera, y sin intentar anticiparme en nada (el punto más difícil). El resultado, es que la tengo encumbrada como la cima del indio, y una de las experiencias más gratificantes en una sala oscura que he tenido nunca, y en siguientes revisiones, gana.

Definitivamente, el indio mola (pese al último cagarro).