Precisamente dentro del guión hay un (ab)uso constante de los objetos como representaciones humanas/humanizadoras de los personajes: el barco en la botella, los bombones suizos, el aparato de la sordera, el crucifijo... que marcan y presentan a un personaje para luego reutilizar dicho objeto como seña de identidad del mismo y de su papel en la acción, algo que puede funcionar un par de veces en una película, pero cuando supera la docena, pues... no funciona tan bien.
jo, pues para mi eso es uno de sus grandes aciertos, un uso perfecto de la metonimia cinematográfica. :mmmh


y si, el plano ese es absolutamente genial y desgarrador.