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Madre de deu, Alcaudón. Te has batido a ti mismo, ¿quién quiere ver la peli cuando ya has reseñado hasta el último centímetro de piel. ¡Menudo striptease! Llegar a estos extremos no puede ser bueno para el body
Siguiendo con la época pre-western, ¿alguno de vosotros ha llegado a ver o recuerda algo de una versión de "El último mohicano" en los años 30 protagonizada por Randolph Scott?
Ruth Hussey. Una actriz que pasó sin gran gloria pero que me convenció sobradamente como compañera de James Stewart en "Historias de Filadelfia".
La BSO de Stothart (fallecido en 1949) fue publicada en una antología de westerns hace ya sus años por un sello ya extinto. De hecho, MGM es prácticamente el único estudio del que se conservan partituras musicales cinematográficas acontecidas en la década de los treinta, lo que tiene mucho mérito (y, sin duda, suerte). Me gusta especialmente su partitura para "Madame Curie" (1943), con la pareja Greer Garson-Walter Pidgeon, que no ha llegado a ser editada aunque seguramente en los archivos estará, sino íntegra sí parcial, circunstancia semejante a su "Maria Antonieta" (1938), que estuvo a punto de ditarse y al final no pudo ser (desde hace años y a día de hoy Warner tiene cerrado bajo siete candados su legado musical tanto como el de la antigua MGM).
Otros trabajos suyos editados oficialmente, aparte de "El mago de Oz":
Aunque para westerns me quedo con mismamente estos dos ejemplos musicales iguialmente tradicionales:
Última edición por Otto+; 28/09/2024 a las 02:43
Con Alcaudón acordamos de hacer un mini diario de las pelis que vimos en Sitges, ATENCION!!!! me prometió un breve comentario de cada uno, habrá que verlo no?. Empiezo con el bloque del dia 1:
PRESENCE -Steve Soderbergh-
Film inaugural que trata el tema de los sobrenatural de una forma original, donde todo el film se ve desde la perspectiva de la presencia, vemos lo que la presencia ve. Aparentemente suena coñazo pero está fantasticamente bien resuelta, sin los excesos que tanto gustan en Sitges. 8/10
VIGILTANTE NOCTURNO: DEMONIOS HEREDADOS - Ole Bornedal -
Con mucho miedo elegí esta peli, más que nada los primeros platos al ser viernes horario top, estaban agotadas. Secuela de la notable VIGILANTE NOCTURNO, se trata de un film innecesario, rebuscado e incongruente, sin duda, para mi, lo peor del festival incluso esperando poco. 2/10
THE BELDHAM - Angela Gulner-
Pequeña sorpresa en este "cinta" que mezclan terror y la maternidad de manera brillante, siempre manteniendo la tensión del estilo "nada es lo que parece, o si". Excelentes interpretaciones y muy bien resuelta. Una de las preferidas de Alcaudón que la vimos en sesión doble con... 7/10
RESVRGIS -Francesco Carnesecchi-
Film de criatura/s en el bosque, bebe de Alien como inspiración y del cine mainstream de terror moderno en lo formal. Ritmo rápido, ruidoso, de susto fácil, con escenas impactantes, pero cansino en cuanto a ejecución. 4.5/10
OFF SITGES 2024
En paralelo a la homérica actividad como espectadores del Festival de Sitges de este año de dos prestigiosos asiduos de este hilo (uno de ellos su alado creador), me he visto estos días, en la comodidad del salón de mi casa, de manera no premeditada, un tanto casual, una retahíla de películas que podrían perfectamente formar parte de una selección de Sitges (e incluso creo que alguna lo ha hecho en algún momento). Las comento brevísimamente por orden cronológico.
El gato negro (Gatto nero, 1981), de Lucio Fulci
Como por estos andurriales circula más de un fulciano militante, no me atrevo a ser muy duro con esta enésima adaptación libérrima del relato de Edgar Allan Poe. Lo mejor que se puede decir de ella es que no obliga a cerrar los ojos en ningún momento (aunque eso, seguramente, figurará en el debe del film para los fulcianos); lo peor, que me parece una aproximación intrascendente al universo poeano. Una ambientación correcta, aunque eso de oír a los personajes, se supone que británicos, hablando en italiano siempre tiene algo de marciano, más cuando el protagonista es ni más ni menos que Patrick Magee. Un Fulci, en cierto modo, para todos los públicos, lo cual supongo que quiere decir un Fulci menor.
El péndulo de la muerte (The Pit and the Pendulum, 1991), de Stuart Gordon
Y seguimos, cómo no, con Poe, cajón sin fondo de donde sacar argumentos para el cine de terror, aunque a menudo sea a base de acudir ad nauseam a los mismos relatos. Aquí, a pesar de mantenerse la referencia original a Toledo y la Inquisición, la acción no transcurre en vísperas de la entrada de las tropas napoleónicas del general Lasalle, sino en pleno reinado del terror del perverso Torquemada (recientemente invocado por altas instancias políticas), interpretado con convicción por Lance Henriksen. Gordon no cae en lo extravagante de algunas de sus propuestas más bizarras, sino que se mueve en un terreno casi más cercano a un cierto cine de aventuras siniestro que al terror . Para ello, el guion se sirve del panadero Antonio (Jonathan Fuller) y su mujer María (Rona de Ricci), arbitrariamente detenidos y amenazados de muerte, debido a la atracción libidinosa que siente el dominico por María.
A destacar la presencia de Mark Margolis como el verdugo.
El exorcismo de Eastfield (Godless: The Eastfield Exorcism, 2023), de Nick Kozakis
Aproximación australiana, que se pretende realista (aparecen los típicos rótulos indicando que se basa en hechos reales), al género de exorcismos. Aquí no aparece ni Pazuzu ni ningún otro de sus compañeros de diabluras. Lo realmente diabólico es más bien la cerrazón, el fanatismo, el enfermizo puritanismo extremo de una secta cristiana, en cuyas garras, en especial en las de su infame líder (Tim Pocock), cae una pobre joven con problemas mentales (Georgia Eyers). Y lo peor es que el torturante proceso de exorcismo se lleva a cabo con la aquiescencia del marido (Dan Ewig). Como suele pasar a menudo dentro del género, es más terrorífica cuanto más realista parece.
Con la marea (The King Tide, 2023), de Christian Sparkes
De Australia a Canadá. Atractivo film fantástico, más que terrorífico, del para mí desconocido Christian Sparkes. La película, a diferencia de lo que suele pasar en el género, va de menos a más, consiguiendo un final ciertamente impactante y perturbador. En una isla alejado en todos los sentidos del continente, encuentran una niña en el agua, después de una tempestad. El alcalde y su mujer, que acaba de sufrir un aborto natural, se ocupan de ella. La niña crece en un ambiente de sumo aislamiento, en parte propiciado por sus propios poderes: en su presencia, los habitantes de la isla curan sus heridas y sanan sus males sin intervención médica. Pero esa seguridad basada en lo excepcional de la niña tiene sus limitaciones y sus efectos secundarios, que llegarán al extremo en la fase final, cuando una mujer policía y una asistenta social lleguen a la isla para investigar supuestos abusos a una menor (lo que recuerde vagamente el arranque de The Wicker Man). Sin duda, a pesar de sus debilidades (en especial una horrenda banda sonora), la propuesta más atractiva del programa que comento.
Los vigilantes (The Watchers, 2024), de Ishana [Night] Shyamalan
¿De tal palo tal astilla? Quizá este podría ser un buen ejemplo, porque el debut de la hija del ínclito M. Night Shyamalan me ha recordado enormemente el cine de su padre, del que, como ya he comentado más de una vez, no soy precisamente un admirador. Todo en la película me parece sumamente artificioso, previsible y falto de interés, no pudiendo salvar ni siquiera la interpretación de Dakota Fanning. Como me consta que tiene sus admiradores entre los frecuentadores de este hilo, no me alargo. Para mí, una lamentable pérdida de tiempo.
El misterio de Salem’s Lot (Salem’s Lot, 2024), de Gary Dauberman
Como nuestro querido Alcaudón tiene una especial querencia por comentar las adaptaciones a la pantalla de las obras de Stephen King, seré muy breve, seguro que ya nos abrumará en el futuro con alguno de sus enciclopédicos comentarios. En mi caso no siento esa especie de fascinación adolescente que sé que tienen muchos de los aficionados al género por una anterior adaptación de la misma novela para la televisión en dos episodios: Salem’s Lot (1979), con el televisivo David Soul en el papel del escritor Ben Mears (en la nueva versión interpretado por Lewis Pullman, hijo de Bill), el gran James Mason como el acólito del vampiro y otros veteranos como Lew Ayres, George Dzundza o Elisha Cook Jr. Versión, por cierto, que no he visto nunca, por lo que no puedo comparar. Sí leí hace eones la novela de King, y siendo entretenida, no me dejó ningún recuerdo especial. En todo caso, esta versión de Dauberman creo que no pasará a la historia del cine, aunque puede distraer durante una tarde si uno no es demasiado exigente.
Última edición por mad dog earle; 14/10/2024 a las 13:44
El difunto protesta (Here Comes Mr. Jordan, 1941), de Alexander Hall
Alexander Hall es para mí un director prácticamente desconocido (¡y tiene 58 referencias en imdb!). Solo recuerdo haber visto una película suya con anterioridad: La diosa de la danza (Down to Earth, 1947), un musical de la Columbia a mayor gloria de Rita Hayworth.
También para la compañía de Harry Cohn es esta Here Comes Mr. Jordan, adaptación cinematográfica de la obra teatral de Harry Segall “Heaven Can Wait” de 1938. Hay que ir con cuidado con el título del film de Hall, porque dos años después se estrena una película de Lubitsch titulada precisamente Heaven Can Wait (conocida en España con el título de El diablo dijo no), o sea, como la obra de Segall, aunque este caso parte de una obra teatral del dramaturgo húngaro Leslie (o Ladislaus o Lazlo) Bush-Fekete, titulada, para complicarlo todo un poco más, “Birthday”, que no tiene nada que ver (o casi) con la de Segall. Aún podemos liarnos un poco más, porque años después Warren Beatty produjo, dirigió, coescribió el guion e interpretó un remake de la película de Hall (o una nueva adaptación de la obra de Segall) titulado precisamente… Heaven Can Wait, titulada en España El cielo puede esperar.
Es curioso como en los años treinta y cuarenta son frecuentes las películas (en muchos casos adaptaciones de obras teatrales) en que se utiliza el simbolismo del cielo o del infierno, de los ángeles o los demonios, del “subir o bajar” una vez muerto… o casi muerto. Supongo que el peso descomunal de la mortandad de la Gran Guerra y la perspectiva igualmente terrorífica de la Segunda Guerra Mundial influyó en esa representación un tanto evanescente de los límites de la vida. Recordemos films como La muerte de vacaciones (Death Takes a Holiday), de Leisen; Liliom, obra de Ferenc Molnár adaptada por Frank Borzage (1930) y después por Fritz Lang (1934); A Matter of Life and Death, de Powell y Pressburger, o, por supuesto, la canónica It’s a Wonderful Life, de Frank Capra… y muchas más.
Here Comes Mr. Jordan arranca con el accidente de aviación de un boxeador, Joe Pendleton (Robert Montgomery), que aspira al campeonato mundial. Un “mensajero”, encarnado por el siempre hilarante Edward Everett Horton, recoge su alma para embarcarlo en un avión (curiosa ironía) que ha de llevarlo, suponemos, al cielo, aunque nunca se habla ni de cielo ni de infierno ni de ángeles. Pero controlando el embarque se encuentra su superior, Mr. Jordan (un extraordinario, como siempre, Claude Rains) que no encuentra a Pendleton entre las personas a las que le ha llegado el momento, sino que comprueba que todavía ha de vivir muchos años.
Se ha producido un “error administrativo” por parte del mensajero, pero con la mala fortuna que en el interín han incinerado el cuerpo del boxeador, por lo que no es posible devolverlo a su estado anterior.
Así, Pendleton tendrá que conformarse con el cuerpo de un recién fallecido, Bruce Farnsworth, un financiero sin escrúpulos, a quien su mujer y el secretario han asesinado en el baño. Inicia con él un peregrinaje a la búsqueda del cuerpo que mejor se ajuste a sus deseos, gracias a la connivencia del atento y comprensivo Mr. Jordan. A pesar de que le disgusta su nueva encarnación, a través de ella conoce a Bette (Evelyn Keyes), la hija de un hombre perjudicado por Farnsworth.
El nuevo Farnsworth/Pendleton se enamora de Bette y, a su vez, contrata a su antiguo entrenador, Max (magnífico James Gleason), porque quiere prepararse para el combate mundial, ante el estupor de propios y extraños.
Farnsworth volverá a ser asesinado, pero esta vez el alma de Pendleton se encarnará en un cuerpo más apropiado, el de Murdock, su gran rival, que ha caído muerto en el ring por los golpes propinados por su contrincante. Pendleton ocupa el cuerpo de Murdock justo a tiempo para salvar la cuenta atrás y ganar el título, consiguiendo así aquello que más quería.
Pero el precio que tendrá que pagar será olvidar lo vivido en sus encarnaciones pasadas. ¿También a Bette? Pero un guiño final nos anuncia un futuro feliz.
Como es de imaginar la película está llena de equívocos, puesto que solo Pendleton, en cualquiera de sus encarnaciones, es capaz de ver a Mr. Jordan o al mensajero. También se juega con la necesidad de que Max, el entrenador, reconozca en el cuerpo de Farnsworth el alma de Pendleton, algo que ha de contar con la complicidad del espectador, ya que tanto si se trata de Pendleton como de Farnsworth como de Murdock siempre vemos a Montgomery en pantalla.
Una comedia chispeante, bien interpretada (aunque reconozco que Montgomery no es un actor de mi gusto) y con buen ritmo. Vale la pena recuperarla.
Última edición por mad dog earle; 14/10/2024 a las 15:07
Intentaré comentar tan pronto y como pueda y únicamente en estilo telegráfico - palabrita del bebé de Rosemary - las películas vistas aunque por ahora comparto plenamente las opiniones del infatigable AF.
A mad dog earle solo puedo felicitarle por su florida pluma aunque nuestros gustos en lo referente al cine fantástico y/o de terror son diametralmente opuestos. Nada que no se pueda solventar mediante un diálogo abierto y constructivo...
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De Alexander Hall recuerdo haber visto una película suya titulada "Mundo celestial" (1944), una screwball-comedy protagonizada por William Powell y Hedy Lamarr en la que él es astónomo y trabaja es una observatorio y ella es una viciada de la astrología y los signos del horóscopo. Se me hizo pesada y falta de gracia. No funciona bien la pareja en el género (sin dudad mejor verles en el thriller noir "Crossroads" -1942-, de Jack Conway), y es que tengo la intuición de que esta comedia fallida fue un intento de emparejar al actor con alguien más que con la entonces más alejada de los focos, y disidente con su estudio, Myrna Loy, para ver si sonaba la flauta. No sonó, y es hasta posible que sus dos estrellas la hicieran con cierta desgana.
Hubo colaboración de Don Vincente Minnelli en algunas secuencias, aunque creo crecordar que no aparece acreditado junto a Hall en los títulos de crédito como director (en esa época era raro de narices verr a un codirector acreditado). Ya no lo recuerdo, pero "Robin de los bosques" llevaba acreditado originariamente a William Keighley junto a Curtiz??