FRANK CAPRA (2)

Como, felizmente, Movistar sigue aumentando el número de films de Capra disponibles en su catálogo, también por mi parte modifico mi objetivo inicial, ampliando el universo de películas caprianas a comentar, siempre anteriores, eso sí, a It Happened One Night (sus títulos “mayores” los dejo para otro momento u otro forero más osado).

Cómo se corta el jamón (That Certain Thing, 1928)



That Certain Thing es la primera película de Capra con la Columbia. Se trata de una comedia romántica, sencilla pero resultona, gracias sobre todo a la labor de Viola Dana como protagonista. Su partenaire es, una vez más en el cine de Capra de estos años, Ralph Graves, actor con aspecto de galán sonriente, pero que me parece sumamente soso tanto en la comedia como en el drama.

El argumento se resume en pocas palabras: Molly quiere ascender socialmente, dejar su trabajo como cigarrera en un hotel y abandonar el miserable piso donde convive con su madre viuda y dos hermanos pequeños. Busca un millonario, aunque no sea propiamente una cazafortunas, carece del cinismo y la amoralidad necesaria. De forma casual choca (en sentido literal) con Andy, hijo de un rico empresario propietario de una cadena de restaurantes. Como es un inútil irresponsable y algo vivalavirgen, su padre lo amenaza y, finalmente, cuando se entera del matrimonio exprés con Molly, le deniega toda ayuda.



Con ingenio, Molly y Andy conseguirán ganarse su aprecio poniendo en marcha un negocio de comida para trabajadores que venden en cajas, todo un éxito que pone en peligro los restaurantes paternos. Como tantas veces en el cine de Capra, encontramos de fondo una crítica al capitalismo salvaje e inhumano, aunque su receta para combatirlo sea un tanto ingenua y, en última instancia, basada también en las reglas del negocio capitalista. Moderadamente divertida, su brevedad (menos de una hora en la versión disponible en Movistar) es de agradecer.

Por cierto, por una vez el título español es más atractivo que el original. Frente a ese insulso y ambiguo “that certain thing”, lo de “cómo se corta el jamón” da una pista del éxito del negocio de Molly: en sus sándwiches el corte del jamón es más grueso que en los restaurantes del padre de Andy, lo cual es la base de su aceptación por los siempre famélicos obreros que los consumen. Mientras que el padre exige que se corte “thin”, ellos lo ofrecen “thick”.

Dirigible (Dirigible, 1931)




Dirigible parece una variación sonora del argumento de Submarine, también moviéndose entre el drama romántico y el film de catástrofes, aquí más circunscrito al terreno de la aventura. De nuevo Jack Holt y Ralph Graves son dos amigos y rivales. El primero, Jack, pilota un enorme dirigible o, como también se les llamaba entonces, zepelín. El segundo, Frisky, es un as de la aviación de riesgo. Y, como en Submarine, hay una dama en medio: Helen (interpretada por la “screen queen”: Fay Wray). Helen es la esposa de Frisky y está harta de quedarse en casa esperando la vuelta de su marido… si es que vuelve de sus alocadas aventuras aéreas. Jack, en silencio, está enamorado de Helen, con lo que ya tenemos el triángulo.



Jack convence a la Marina para organizar un viaje a la Antártida con el famoso expedicionario Louis Rondelle (Hobart Bosworth) a bordo del dirigible. Pero la travesía se ve truncada cuando el zepelín sufre un accidente sobre el océano. Frisky toma el relevo de Jack y vuela hasta el continente helado con Rondelle, pero la expedición tendrá un desenlace trágico.

Jack, como en Submarine, volará con su dirigible al rescate de su amigo y rival. Mientras, Rondelle y otro miembro de la expedición mueren y Frisky queda cegado. Una vez rescatado, la ceguera le impedirá leer la carta que su mujer le entregó en el momento de la partida para que la leyera al llegar al Polo Sur. Jack inventa su contenido, que originalmente consistía en la ruptura matrimonial de Helen, sustituyéndolo por un mensaje de ánimo y confianza en el éxito de la aventura. Así, el amigo se sacrifica por partida doble, no solo arriesgando su vida en el rescate de Frisky, sino indirectamente renunciado al amor de Helen, a quien devuelve su marido sano y salvo.

La película destaca sobre todo en los aspectos más aventureros: el frío, el hambre, la muerte ante las adversas condiciones antárticas. Se resiente, en mi opinión, como sucedía en Submarine, de la grisura de sus protagonistas: tanto Jack Holt como Robert Graves me parecen actores poco atractivos.

La mujer milagro (The Miracle Woman, 1931)



Con guion de Jo Swerling, basado en la obra teatral “Bless You Sister”, de John Meehan y Robert Riskin (autor capital en la obra de Capra), con The Miracle Woman empezamos a ver un tipo de película más reconocible dentro de la obra del director.

Aquí nos cuenta la historia de Florence Fallon (la siempre convincente Barbara Stanwyck). La película se inicia con un incendiario sermón de Florence, hija de un pastor que acaba de fallecer, que tiene como consecuencia la salida en estampida de los feligreses (momento que me recordó el inicio de The Night of the Iguana), a los que acusa de hipócritas.

Un avispado espectador de la diatriba, Bob Hornsby (Sam Hardy), le propone un negocio: convertirla en una falsa predicadora (lo que nos remite a films como Elmer Gantry). Por corte, la película avanza un tiempo indeterminado: ahora Florence es ya esa “mujer milagro” del título, dedicada a vender supuestos prodigios, para lo que se rodea de unos inválidos tan falsos como ella. Pero un auténtico ciego, John (David Manners) tiene fe en sus palabras, de hecho renuncia a suicidarse cuando la escucha por la radio. Incluso la confianza en Florence le lleva a aceptar entrar en una jaula llena de leones junto a la predicadora.



Poco a poco, Florence y John consolidan una amistad que desemboca en el amor, atracción en la que juega un papel un tanto extraño (y en mi opinión un tanto gratuito) el muñeco de ventrílocuo del ciego.



Todo ello se desarrolla ante la desconfiada mirada de Bob, que no solo teme por el negocio, sino que también experimenta los celos, puesto que en el fondo se siente atraído por Florence.

Nuevo triángulo amoroso que tiene un accidentado final, cuando las llamas devoran el edificio en que predica Florence, justo el día en que está decidida a confesar su falsedad ante su público, algo que parece prefigurar el desenlace en el estadio de Meet John Doe.