Ciertamente es una visión muy personal de Dios.
Y nunca llegaremos a saber si Johannes es efectivamente quien dice ser o simplemente está loco.
Lo único cierto es que la madre resucita.
Y Thomasin consigue alcanzar su deseo más anhelado aunque en realidad no ha hecho más que pasar de ser sierva de Dios a serlo de Satanás.
En cambio Gretel tiene en sus manos (en este caso literalmente) la posibilidad de forjar su propio destino.