
Iniciado por
Tom Hagen
-¿Por qué se cerró La sonrisa del pelícano?
-Por el capricho de uno de esos personajes que usan el poder como le he explicado.
-¿Perdón?
SEnDEl pelícano costaba 3.000 millones de pesetas y generaba el triple en ingresos, era un buen negocio, no había motivos profesionales para cargárselo. Un año más tarde, Juan Villalonga, entonces máximo responsable de Antena 3, me confesó: «A mí me daba igual el programa. Yo ganaba billones de pesetas, ¿qué me importaba perder un día 3.000 millones a cambio de hacer un favor?».
-¿Quién le pidió ese favor?
-Está en el libro.
-Ya que no quiere nombrarlo, lo diré yo: usted cuenta en su libro que Pedro J. Ramírez, exdirector de El Mundo, le pidió su cabeza a Villalonga, y que este se la dio.
-Así fue. La orden de cerrar el programa la dio Villalonga a 12.000 metros de altura sobre el Atlántico. Le llamaron al avión para decirle que Pedro J. lo tenía todo listo, y él respondió: «Si este es el favor que hay que hacer, adelante». Pero yo ya no quiero hablar más sobre Pedro J. Es un tipo turbio, todo lo que toca es tan negro, contamina tanto, que no quiero mezclarme con gente así.
-Aquella noche del 1 de diciembre de 1997, medio país se quedó con el titular, nunca publicado, porque entonces no existía Twitter, de: «Cierran El pelícano porque Pepe Navarro quiere emitir el vídeo erótico de Pedro J.». ¿Qué había de cierto en aquel bulo?
-Nada, todo fue una mentira absoluta. Esa historia no se sostiene por ningún lado. Jamás manejamos ese vídeo, ni estuvo en nuestros planes emitirlo. Y si lo hubiéramos planeado, eso se habría resuelto con una llamada de advertencia desde arriba. Jamás se produjo esa llamada. Ese personaje quiso demostrar a todo el mundo que podía cargarse un programa cuando quisiera y como quisiera, nada más.