Siempre ha sido uno de mis directores fetiche, aunque actualmente tiene ya un pie fuera del género. Los últimos años este autor ha logrado una madurez inusual, pero se ha vuelto más frío e intelectual siguiendo otros derroteros (¿evolución?). Pese a todo ha ofrecido obras de la categoría de Spider (2002).
Con Cromosma Tres (1979) ya consigió un trabajo extraordinario, definiendo sus obsesiones y logrando una atmósfera gélida y malsana, con las imágenes más violentas rodadas por su director. Videodrome (1982) se adelantó a su tiempo utilizando el gore como medio no como fin. Sin duda un ejercicio intelectual y reflexivo que sigue sorprendiendo como el primer día. Con La mosca (1986) e Inseparables (1988) llegaron el reconocimiento masivo y revalorización. De hecho, esta última, film bisagra en su carrera, sigue siendo la cumbre y pieza maestra de este singular e inquieto realizador. :roll