Tema: El cine de terror

Mira que no me gusta que se usen frases tremebundas en esto del cine, pero la versión de Julian con Chaney de El fantasma de la Ópera es mil veces mejor que la de Lubin con Rains, por muy oscarizada que ésta fuera y la armonía imperase durante el rodaje, por contra a la muda.
En una conferencia en Madrid por parte de un experto en cine de terror, alguien preguntó: "¿Pero Karloff no interpretó también al fantasma de la Ópera?". Y la respuesta, en plan rápido, fue: "Pero antes lo hizo Lon Chaney". Sin comentarios.

Aprovecho este hilo para saber un poco vuestros puntos de vista acerca de lo que comentan algunos, sobre el hecho de que actores que hicieron carrera en el cine mudo y cuya expresividad en sus interpretaciones, lógicamente era distinta, entre otras cosas porque el formato obligaba a los intérpretes a acentuar hasta la exageración y el frenetismo sus actuaciones.

El hecho de que se esos gestos se convirtieran en tics y no dejarán de "sobreactuar" ya en el cine convencional o sonoro, lastró un poco el cine de terror de aquellos años, haciéndolo, a vista de ojos de hoy en día, cómico y perdiendo parte de la esencia que envuelve al buen cine del género.

Pues no, porque da la casualidad de que los años treinta de Hollywood (y no sólo Universal) fueron catalogados como la edad dorada del género. Otra cosa es lo que opine cada uno. Hablo de especialistas en el género, de siempre, no sólo de ahora. Los actores del mudo que no se acoplaron se quedaron allí. No sabremos qué habría sido de Chaney, pues murió en el intento (cáncer de garganta) )y sólo tuvo una película sonora (en la que hacía muchas voces distintas). En los treinta hay papeles de todo tipo. Otra cosa es que triunfara el villano gótico, y que el Drácula de Lugosi se planteara como un rol metafísico (un vampiro que intenta interpretar un humano sin conseguirlo, de ahí las expresiones de Renfield en el castillo). El éxito hizo que algunos otros papeles de Lugosi fueran así de refinados y distintos, como Murder Legendre o los siguientes conde Mora y Armand Tesla, pero si analizas su filmografía al completo, verás que tanto La sombra de Frankenstein, Ninotchka, El poder invisible, etc. se alejaban de ese molde (encantador por otro lado para muchos, entre los que me cuento). Ahora bien, mírate también creaciones como la de March en El hombre y el monstruo (insuperado hasta la fecha, por más versiones que se hicieran de la novela de Stevenson). Por otro lado, la estela lugosiana afectaría a creaciones indelebles como la de Leslie Banks en El malvado Zaroff. Y si encontramos a Ernest Thesiger algo exagerado en El caserón de las sombras y La novia de Frankenstein, ¡viva la exageración! Con respecto a Karloff, al que muchos tildaron de hombre máscara, menuda vida que daba a sus creaciones. Pocos infundieron tanta alma a un ser tan caracterizado.
En fin, paro el discurso que me lanzo...

Doy por hecho, Diodati, que a tí te apasionan. Pero no hablaba de los fans, sino de la gente de hoy en día, que parece hacerles gracia, y se justifican con las interpretaciones, que según ellos, pierden credibilidad por lo exageradas que son.

Es evidente que tanto tu como otros muchos, no pensamos de la misma manera, que estas, digamos"nuevas" generaciones.

Ah, eso por supuesto. Ocurre que cuando yo empecé de chavalote, también éramos considerados clientes potenciales del psicólogo si no del psiquiatra. Con los tiempos noté que había mucha más gente interesada en todo tipo de cine, incluso marginales. Ya no era cosa de la gente de fuera. Pero aunque me interese que la verdulera de la tienda me venda buenos tomates, no me siento a oír sus comentarios cinéfilos... y con perdón.