Vista por fin, diria que otra vez estamos ante una película que se sale de los convencionalismos ya vistos en otros filmes sobre el narcotráfico. Está claro que el guión no está escrito por un especialista en historias cinematográficas, McCarthy lo que hace es escribir sobre personajes autodestructivos, ni tan siquiera es una historia. De ahí vienen esos diálogos tan profundos y que aunque no lucen demasiado en el cine, me parece que sí tienen mucho contenido con lo que acaba pasando hasta el final de la peli.
Personalmente no se me ha hecho pesada en este sentido, los personajes están bien construidos y tienen mucha personalidad, especialmente el de Cameron Díaz, lo mejor con diferencia de todo lo que vemos, Fassbender y Bardem están muy bien, y Pitt cumple sin esforzarse demasiado. El problema de tanta conversación es que no desarrolla casi en nada esos personajes, los deja en un poso sin moverse en toda la historia, y cuesta encariñarse u odiarles. Digamos que están predefinidos y así se quedan, quizás el del consejero sea el que cambia más del principio al final.
Me quedo con varias escenas memorables que para mí son muy importantes para una película, en ocasiones una sola escena te merece la pena, y recordar momentos forma parte del cine, creo que hay un par o tres de estas en la peli (dos de Cameron Díaz y el del final de Pitt) y son los que suben mi valoración final.
Creo que hay gente que se ha acostumbrado a ver películas que tienen escenas de acción a mansalva y que no aguantan más de 5 minutos de diálogos, de eso también tenemos nosotros mismos parte de culpa, porque es lo que al final consumimos la gran mayoría en estos tiempos, quizás por ahí viene parte de la crítica del público, porque la de los profesionales ya sabemos que últimamente si es de Scott ni se molestan, la destrozan si pueden.
En definitiva, buen guión que podría haberse tratado más para el cine, una dirección cumplidora de Scott, con buena ambientación, música y actuaciones, pero que podría haber dado más de sí.
Nota: 6,5