Este film es pura abstracción. Una pieza maestra del vouyerismo (a De Palma le encantaría).Tenemos un espacio limitado, pocos personajes centrales: casi un microcosmos, atmósfera noir en duermevela, sencillez expositiva, sonido embriagador, cierto erotismo turbador e influencias de Hitchcock o Rohmer. Todo los hechos son relatados con una calma terrible y un naturalismo bañado en un ambiente viciado. Quizás no ofrece todo lo que prometía tras sus innumerables elogios en Cannes o Cashiers, pero aún así un apreciable film de suspense.
El actor Christophe Paou ha sido todo un descubrimiento, guapísimo y enigmático. Me recuerda a un joven y sexy Sam Elliott.
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