Es difícil escoger un solo disco. Depende del día, del estado de ánimo, del estado de ánimo de la otra, etc... Pero hay dos discos que no me han fallado jamás en los últimos casi cuarenta años: el tercer álbum de Love, Forever Changes, y el doble de Stephen Stills Manassas.
Los habré oído más de 500 veces y me siguen entusiasmando como el primer día.