No, no me refiero al torero ni a Espartaco Santoni, sino al otro posible "Espartaco" cinematográfico que pudo tener lugar al mismo tiempo que el de Kubrick.
"Espartaco" de Stanley Kubrick no fue la primera adaptación cinematográfica de este personaje histórico, aunque si que es la más famosa y la más controvertida; está inspirada en la novela homónima de Howard Fast, de la que hace no mucho tiempo se ha rodado otra versión en formato de miniserie que no he podido ver (¿alguien la ha visto?).
En el siglo XX se publicaron al menos dos famosas novelas sobre Espartaco, las dos de autores comunistas. Espartaco es muy a menudo citado por gentes de diversa ideología dentro del marxismo como el primer "revolucionario" de la historia.
La figura de Espartaco nunca ha estado muy clara; los propios historiadores romanos le dedicaron muy pocas lineas y casi nada se sabe acerca de su procedencia salvo que era tracio. Así pues, tanto una versión literaria como la otra son interpretaciones de un mito del que únicamente se sabe por cierto que puso en jaque a Roma.
La primera novela en ser escrita es "La rebelión de los gladiadores" de Arthur Koestler, publicada en 1939. De origen húngaro, Koestler se afilió al Partido Comunista en 1931 y lo dejó, decepcionado, en 1937. Fruto de esa decepción surgió su novela, en la que, a través de la rebelión de Espartaco, hace un estudio pormenorizado de la revolución, en la que, inevitablemente, los generales que la idean terminan siendo para sus hombres más temibles que sus anteriores amos, ya que el esclavo que nunca ha tenido libertad, cuando la tiene no sabe lo que es ni que puede hacer con ella. La visión de Koestler es pesimista y trágica, y muestra a los propios esclavos renegando de Espartaco e incluso defendiendo a sus amos de él ya que no son capaces de entender lo que este les ofrece.
La segunda novela, de Howard Fast, se publicó en 1952. Fast fue uno de los damnificados por la caza de brujas al negarse a rebelar nombres de compañeros del Partido Comunista frente al Comité de Actividades Antiamericanas. Mientras cumplía condena, Fast empezó a fraguar su novela, que fue publicada por él mismo con dinero de su propio bolsillo en 1952, convirtiéndose en un best-seller a pesar de su corta distribución. La novela de Fast muestra un Espartaco diferente, un héroe concienciado y cautivador al que los esclavos siguen hasta el final, sedientos de libertad, para sorpresa de unos romanos que son incapaces de concebir que algo así pueda suceder.
Ambas novelas, sobre todo la de Fast, son ricas en detalles históricos, pero no deben interpretarse como lecciones de historia textual; su finalidad es la interpretación histórica de la lucha de los oprimidos por la libertad, con tintes marxistas en ambos casos,
pero más optimista y romántica la de Fast y más cínica y pesimista la de Koestler.
A mediados de los 50, Kirk Douglas se hizo con los derechos de la obra de Fast para hacer de ella una gran superproducción. La historia de la gestación de Espartaco (la película) está llena de controversias y lucha de egos; el primero ego era el de Douglas que hizo y deshizo casi a su antojo en todos los aspectos, desde quitar el director inicialmente contratado (Anthony Mann) hasta ordenar reescrituras del guión de Dalton Trumbo. Las dos estrellazas británicas que interpretaban a los senadores de signo opuesto (Charles Laughton y Laurence Olivier) no podían ni verse, y además ambos querían tener más importancia que el contrario, de manera que Peter Ustinov, que compartía escenas con ambos y tenía un caracter más sosegado, terminó convirtiéndose en el mensajero entre uno y otro, e incluso se encargó de reescribir sus secuencias para que ambos estuviesen contentos.
El otro gran ego era el de Kubrick, que qería realizar una película lo más realista posible, para lo cual, entre otras cosas, solicitó el permiso para rodar escenas bastante gores de amputaciones y desmembramientos (de los que solo una fue rescatada para la versión restaurada). También Kubrick ordenó reescrituras de guión que acercasen la película a la visión pesimista de Koestler.
Dalton Trumbo sabía que Kubrick había leido a Koestler y consideraba a este un "amargado" y un "resentido" con el Partido Comunista, de manera que quería evitar la visión de Koestler en beneficio de la visión de la novela original de Fast. Trumbo puso el grito en el cielo cuando Kubrick borró de un plumazo 80 páginas de su guión, y Douglas puso el grito en el cielo cuando descubrió las intenciones de Kubrick. Al final el propio Howard Fast reescribió parte del guión que, más o menos, contentó a todos menos a Kubrick. Aún así, Trumbo apareció finalmente como autor del guión rompiendo por fin la lista negra de la caza de brujas.
Pero, mientras se fraguaba esta versión de Espartaco, en otra parte de Hollywood se rumiaba el "otro" Espartaco, inspirado directamente en la novela de Koestler, y escrito por otro autor damnificado por la caza de brujas, Abraham Polonsky. La película iba a tener como protagonistas a Yul Brynner y Anthony Quinn, e iba a ser dirigida por Martin Ritt.
El guión fue enviado entre otros, al mismo tiempo que el de Trumbo, a Laurence Olivier, Charles Laughton y Peter Ustinov, que se decantaron por el guión de Trumbo (o quizá fueron decantados a golpe de talonario).
Polonsky, al igual que Trumbo y Fast, fue uno de los autores que se vieron obligados a prescindir de su trabajo y/o de su nombre por culpa de su asociación con el partido comunista; Polonsky fue autor de algunos de los guiones más controvertidos del Hollywood pre-McCarthy ("Body and soul", "Force of evil") y muy a menudo fue respaldado por la estrella John Gardfield (también destruido por el Comité de Actividades Antiamericanas)
Hubiese sido interesante saber cual hubiera sido el resultado de este otro Espartaco, y también del Espartaco que concibió originariamente Trumbo, más fiel a la novela de Fast.
:ipon
