Un título sugestivo que juega muy bien con la ambigüedad, aunque creo que la parte final se vuelve algo más convencional y complaciente. Es una pena que se conforme con una resolución efectista, si hubiera terminado con el perturbador plano en el suelo del apartamento hubiera sido mucho más valiente y frontal. Por eso se queda a un paso de ser un gran film. De todas formas destacar que sabe manejar las influencias de Polanski, Hitchcock, Herk Harvey (Carnival of souls) o Roeg (Amenaza en la sombra) con su puesta en escena de cocción lenta.

Maika Monroe, a quien recordaba por It Follows y The Guest, consigue transmitir muy bien la sensación de indefensión e incomunicación de su personaje que deambula por las calles de Bucarest.

Sigue la estela de algunos títulos con el feminismo como piedra angular. Aparte de The Assistant me ha recordado a El hombre invisible y Last Night in Soho, aunque sin el elemento fantástico.