Había oído hablar de la parodia mexicana del Fantasma (El Fantasma de la Opereta), pero no he logrado verla.
¿Sabes que eres la primera persona a la que oigo decir que le gustó el Fantasma de Dario Argento? Yo intenté verla hará cosa de un par de meses, pero la tuve que quitar al cabo de media hora. Y éso que no había llegado a las partes "fuertes". Y es que para mí, que había crecido con esta imagen del Fantasma
pues como comprenderás, no fue plato de gusto

. Toda la historia y los motivos que se dan para justificar a los personajes me parecen mal concebidos, bastante increíbles. Además, El Fantasma de la Ópera es una historia de amor cortés. El Fantasma ama a Christine y está devorado por la pasión que siente hacia ella, pero la respeta en todo momento. Por eso no me gustan nada en general las versiones en las que él y Christine acaban hasta teniendo un hijo y todo éso, o las que presentan al personaje como un simple acosador sexual. Si el Fantasma hubiera querido sexo, se hubiera ido de p*tas, como hace el de 1989. Y le hubiera bastado cualquier otra mujer. Pero lo que él quiere no es sexo: es algo más, y éso sólo se lo puede dar Christine. En el libro esto se ve claro en más de un momento, y una de las versiones que transmite mejor esta idea es la de 1990, donde sientes que Christine puede llegar a tener un Erik una relación de un tipo y una profundidad que serían impensables con Raoul. Yo nunca me he llegado realmente a creer que Christine fuera luego capaz de ser feliz con ese condesito pijo, niñato y horterón, que además tiene un pasado poco recomendable en esta versión de la historia, en lugar de con Erik, que se ha preocupado por ella cuando nadie más lo ha hecho, es un genio de la música y posee un palacio subterráneo. Además, ves las reacciones del personaje en las escenas que que la chica interactúa con el Fantasma, y verdaderamente está que se le llevan los demonios. El Fantasma de 1989 también era gore y siniestro, pero sin tantos elementos de tipo sexual desagradables. A pesar de asesinar a gente y andar con mujeres de vida alegre, podías ver que tenía momentos -no muchos- de alegría inocente y de verdadero amor por Christine. Tengo que volver a ver el Fantasma de 1998, de todas formas.
El problema principal con el Fantasma de 2004 ya lo he comentado varias veces. Primero, Gerard Butler no tiene una voz operística, que es lo que el papel requiere. Si hubiera sido una ópera pop o rock como El Fantasma del Paraíso, probablemente me hubiera parecido la leche. El segundo, es que la pinta del Fantasma tiene que dar miedo, y repugnancia. Algo como ésto:
Y sinceramente, la pinta del amigo Gerardo no produce ni una cosa ni otra. Ni siquera aquí:
Yo estoy convencida que lo hicieron así para atraer gente joven a los cines.